viernes, diciembre 31, 2004

Visiones...



Escucho el río pasar muy cerca... choca contra las pequeñas rocas que lo bordean y le crean su camino, y no le queda más que seguir adelante. Estamos muy cerca, pero sólo escuchamos ese charrasqueo al pasar. Hay algunos árboles alrededor de nosotros, hojas caen de ellas, y nos dejan un espacio para deleitarnos con la luna y las estrellas. El cielo se torna cada vez más claro por el reflejo de la luna, y nosotros recostados en la grama que desprende ese rocio con un olor inigualable.

Viendo el agua pasar, vemos algunos peces que nos ven con recelo, queriendo disfrutar de nuestra velada... echados bajo la luna, acariciando nuestras manos suaves y delicadas y quizá murmurando alguno que otro sentimiento encontrado esa noche, pero incompleta... y con la intención de que se sobreentienda lo demás... como una anacrusa.

De repente, muy a lo lejos, se desprenden unas luces en el cielo... nos quitan nuestra inspiración... y el cielo se convierte en algo más claro, que hasta nos deslumbra con su luz. Justo en ese momento me dices: "feliz año...". Volteo a verte... tus ojos iluminan todo el ambiente, se tornan cada vez más brillantes, resalta su color... me acerco un poco más a ti... siento ese olor que te caracteriza... tu piel tan suave, tan delicada... te rodeo con mis manos para hacerte mía, me acerco un poco más... voy a besarte... y descubro que no estas.

Al alejarme, para ver qué había sucedido, me doy cuenta de que nunca estuviste... ha pasado el año, y sólo quedan las luces en el cielo. Y yo, sentado en ese jardin, cerca del río que continúa con su cauce y que fue testigo de todo aquello...

Cada loco con su peo!