martes, diciembre 07, 2004

¿Vas a arrugar?



Cuando hacemos algo, debemos hacerlo con pasión; cualquier cosa que estemos haciendo: trabajando, dibujando, amando, cantando, descansando, comiendo... lo que sea. No importa la acción, lo que importa es que lo hagamos con pasión, ya que de lo contrario, para qué lo vamos a hacer si no tenemos esas ganas y amor al hacerlo.

Luego de haberlo hecho, notaremos la diferencia y el orgullo en nosotros de haber realizado la tarea que fuese... todo si lo hacemos con pasión; observamos los resultados y aprendemos cosas nuevas. Siempre hay que verle el lado positivo a las cosas, ya que todas las tienen. ¿Para qué vamos a verle el lado negativo y criticar tanto, si podemos hacer lo contrario y ser felices? Puede ser difícil entenderlo de esta manera, pero nada cuesta intentarlo.

Justo cuando estamos dudando si avanzar o quedarnos en el mismo lugar, la meta se nos alarga, y se nos coloca la pista un poco más empinada que antes, ya que perdemos la pasión por lo que hacemos. Cuando abandonamos, nunca sabremos si el esfuerzo fue justo, o si estuvimos a un simple paso de encontrar lo que deseamos.

Una vez leí una historia, que se desarrolla en un pueblo, en el cual "supuestamente" había una mina llena de oro, pero nadie nunca había visto el oro como tal. Muchos fueron los aventureros que se arriesgaron a destrozar la pobre mina, y regresaban a sus hogares cansados, sucios, decepcionados y con la certeza de que habían excavado lo suficiente para darse cuenta de que ahí no existía tal piedra preciosa. Muchos años después, luego de que todos los hombres de los pueblos cercanos desistieran en su búsqueda, llegaron unos niños jugando a los exploradores y comenzaron a excavar con las manos una de las paredes de la mina. Para sorpresa de ellos, y en muy poco tiempo, se encontraron con una pequeña pieza brillante pegada en una de las paredes; al seguir excavando encontraron muchas más. Era el famoso oro que nadie nunca había encontrado, y al que todos habían abandonado por no dar un paso más hacia adelante.

En resumen, y aplicándolo a cualquier situación, a veces tenemos lo que queremos en frente de nosotros y no nos damos cuenta de ello. Sólo falta ese paso hacia adelante y es todo; pero no. Muchas veces damos la vuelta y desistimos tan rápido a las situaciones que se nos presentan, y tan sólo nos faltaba nada por alcanzarlo. Por otra parte, no debemos sólo estar pendientes de encontrar lo que deseamos y no disfrutar del camino hacia él. Dependerá de la pasión con que emprendamos nuestra búsqueda o con la que hagamos nuestras acciones, si conseguimos nuestro objetivo en menor o mayor tiempo, y saldremos de ella con menos o más satisfacción de haberla realizado.

Esto se aplica a cualquier situación de nuestras vidas...



Cada loco con su peo!